La energía solar fotovoltaica es hoy la fuente más barata de energía eléctrica del mundo en toda nuestra historia, como fue confirmado por la Agencia Internacional de Energía.
Y usted puede gozar de esta en su empresa o su casa.
Adicionalmente, es silenciosa, de muy bajo mantenimiento y de una larga duración.
El proceso se inicia cuando los rayos del sol entran en contacto con las células fotovoltaicas que componen la placa solar. Estas células cuentan con una o varias capas de un material semiconductor que están recubiertas de un vidrio transparente que deja pasar la radiación y minimiza las pérdidas de calor.
Adicionalmente, es silenciosa, de muy bajo mantenimiento y de una larga duración.
Los rayos solares que llegan a las células están compuestos por fotones y un campo de electricidad entre ellas, generando un circuito eléctrico. Por lo que, cuanto más intensa sea la luz, mayor será el flujo de electricidad.
Las células fotovoltaicas convierten la luz solar en electricidad en forma de corriente continua y con una graduación que varía entre los 380 V y los 800 V. Para mejorar el resultado obtenido se utiliza un inversor que transforma esta energía en corriente alterna, que es la que utilizamos en nuestras casas.
Finalmente, esta corriente alterna pasa por un contador que la cuantifica y la suministra a la red general de electricidad.
Para empresas más grandes, el lograr convertir un gasto operativo OpEX, en una inversión de capital CapEX, genera incrementos importantes en el EBITDA lo cual aumenta de manera significativa el valor de la empresa.
E indistintamente del tamaño de su empresa, tiene beneficios incalculables por estar contribuyendo a un sistema eléctrico nacional más robusto y eficiente, con importantes beneficios ambientales al no tener que construir represas hidroeléctricas adicionales.